Si
por algo destaca el arte, además de por el talento y la maestría de sus
creadores, es por estar sujeto a múltiples interpretaciones de sus obras. Lo
que para algunos espectadores resulta admirable, en otros puede llegar a despertar
rechazo. Como apuntó Philip Roth en
su libro ‘El animal moribundo’, la belleza está en los ojos de quien la mira,
una afirmación que perfectamente se podría asociar a la imagen de cualquier
persona situada delante de una pieza de arte, en cualquiera de sus
manifestaciones. Diferentes experiencias, al fin y al cabo, tanto desde el
punto de vista del creador como de quien contempla su universo creativo, que se
pueden gozar en cualquier sala de exposición, como las que ofrece, y de forma
gratuita, el Centro de Iniciativas Culturas de la Universidad deSevilla, CICUS.
Raúl Ruiz Mateos regaló al público
una vivencia única con Irracional,
una serie pictórica visceral y serena, a la vez que transgresora. Sus pinturas
viven una metamorfosis que refleja los continuos cambios a los que se ve
sometido el ser humano a su alrededor y, muy especialmente, en su interior. De
ahí que ese proceso biológico de cambio animal ofrezca la apariencia visceral
de músculos y órganos que parecen arrancados directamente de nuestras entrañas.
Cambio y evolución en el concepto de la vida animal unidos a la desgarradora
visión de unos cuerpos en carne viva. La esperanza frente al dolor y la belleza
ante lo ensangrentado, de lo placentero y lo destructible.
Una jugosa y cruda imagen de nuestro comportamiento,
vulnerable ante la propia conducta de las personas y sus conflictos a veces
reales a veces ilusorios, pero siempre íntimos. Como señala la reseña de la
obra, “Raúl enfoca su discurso hacia las
referencias infinitas a la tradición del ser humano por destruirse, el de la
indulgencia lastimosa por descubrir una solución crítica; y el de la verdad
contenida… Si en ocasiones lo cotidiano nos resulta surrealista, también es
cierto que nada de lo que ocurre en el interior del ser humano es racional”.
Junto a sus obras pictóricas, el artista sevillano también juega con el audiovisual para
componer piezas contemporáneas donde elementos pertenecientes a la tradición
conviven con la estética resultando imágenes tan barrocas como depuradas y
actuales. En definitiva, un universo que discurre ante la mirada tan sugestivo
como, a veces, agridulce.
También provocativa es la visión que brinda la
muestra ‘Esto no es graffiti’, comisariada por Delimbo, que
cuenta con la firma de artistas urbanos como Sixe, Michael Swaney, Spy, Seleka,
Suso33, Sozyone, Okuda, Eltono, Remed, Ausias Pérez, Dems, Pantone y Joeking.
Quizás esta expresión artística o manifestación
cultural sea el máximo exponente de la libertad creativa, ya sea en formas, tamaños,
conceptos o materiales. Un arte que nace en la calle, en el asfalto del
imaginario de sus creadores para exhibir lo que acontece, para reivindicar
cambios o, simplemente, para transmitir sensaciones que despierten el interés y
la acción del espectador. No existen reglas y la espontaneidad propone obras de
gran vitalidad con una explosión de color que va más allá de las posibilidades
de una oferta cromática sin límites para la composición.
Una experiencia única, sobre todo si tenemos en
cuenta que parte de las obras expuestas han sido creadas in situ por algunos de los artistas, empleando las instalaciones
que la propia sala ha puesto a su alcance; otros, han trasladado de las calles directamente
al edificio su interpretación de la realidad. Un escenario sorprendente y
admirable para compartir o discutir los conceptos que nos plantean cada uno de
los autores de esta muestra. Graffiti o Arte Urbano, qué más da, ¿alguien lo
duda?
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